miércoles, 29 de septiembre de 2010

"PASOTAS" Y REDES SOCIALES

Todo lo que he leído, visto o encontrado sobre redes sociales (CONECTADOS, de Christakis y Fowler) insisten en el poder de las redes sociales y en las ventajas o desventajas que aporta pertenecer a una de esas redes (Facebook, Twitter o Tuenti, eso es casi lo de menos).

Sin embargo, nunca se habla de las personas que voluntariamente PASAN de las redes sociales. Esto es una tentativa para entender las razones del rechazo y si serán ellos quienes cambien de actitud en un futuro (cayendo en las redes... sociales) o si, por el contrario, estos servicios se convertirán en una especie de moda (recordemos que Facebook es algo realmente nuevo, es muy pretencioso garantizar que estará con nosotros con éxito dentro de 10 o 15 años).

Hice una miniencuesta y todos argumentan lo mismo:

1) NO SE ESTÁ CONTRA LAS REDES SOCIALES, SE ESTÁ A FAVOR DE GESTIONAR BIEN EL TIEMPO.

Los que resisten a Facebook o Twitter consideran que tienen mejores cosas que hacer. Sería interesante saber si estas personas ven la tele. Apuesto a que no mucho. ¿Qué podemos sacar en claro de aquí? ¿Son personas perezosas, o quizás personas abducidas por su trabajo? No lo creo. Pienso, más bien, que hay gente con vidas lo suficientemente integradas como para no necesitar un auxiliar tipo Facebook. Llevan su vida con relativa independencia.

Tuenti triunfa en la adolescencia porque en esa edad todos se preocupan sobremanera por el qué pensarán, por lo que hacen o deciden otros. La vida de un adolescente es, en cierto modo, menos independiente que la de un adulto. Quieren controlar toda la información y la mayoría no duda en conectarse.

Quizás estoy siendo muy presuntuoso: se puede estar en una red social y tener una ocupación y una vida social adecuada. Pero he visto un crecimiento inmediato en el tiempo dedicado a Facebook en personas que están en paro.

La gestión del tiempo es, por lo tanto, la variable más importante. ¿Relacionarme más, para qué? ¿Enterarme de nuevos eventos, para qué? Ya tienen la vida social que quieren. LOS QUE RESISTEN no son rebeldes activos, son simplemente gente menos proclive a dedicar tiempo a algo así. Son efectivos a la hora de tener una ECOLOGÍA DE MEDIOS.

2) LA PRIVACIDAD Y EL COTILLEO

Otro motivo es la privacidad. No parecen interesados en saber quién se casa o quién ha estado en qué sitios. Resulta curioso que algunos se enteran de eso a través de otras personas (la novia, que sí tiene Facebook, o un amigo, etcétera). En este caso, he de decir que nadie escapa del todo al control de las redes sociales.

¿Cuál es el presente y el futuro de la red social?

No soy futurólogo, pero creo que estos servicios están condenados a "transformarse". Las redes de geoposicionamiento están creciendo a un ritmo aceleradísimo (Foursquare es la más conocida, pero hay otras). Google va a sacar algún tipo de servicio social que no sabemos exactamente en qué consistirá.

Creo que desde 2007 hasta hoy, las redes sociales han crecido a un ritmo vertiginoso porque tuvieron la suerte de "captar" a quienes simplemente querían estar "dentro". No quiero quedarme al margen, viene a ser el argumento. Unos pocos han resistido pero el futuro de las redes sociales no está en ellos, sino en los usuarios de Facebook y demás. Pasada la ola de triunfalismo (que alcanzará su cenit con el estreno de la peli LA RED SOCIAL, sobre el creador de Facebook), la gente necesita seguir queriendo actualizar su perfil, colgar sus noticias, subir fotos, etcétera. Y no estoy seguro de eso, porque EL HASTÍO llega a todos lados, sin excepción ninguna.

Hace ya un tiempo dije que FACEBOOK ES UN GENERADOR DE ENVIDIA. Se ha usado como eso, como una plataforma para decir lo increíble que es tu vida. Supongo que el futuro le reservará usos distintos porque la felicidad y las fotos de borrachera también cansan.

En resumen, nadie ha hablado de la relación que hay entre ANOMIA (falta de valores, de integración social) y redes sociales. Estar más conectado puede querer decir, simplemente, estar menos ligado al mundo real y más encerrado en tu casa o en el trabajo. Paradójicamente, la renuncia a estos servicios puede implicar, sencillamente, que hay cosas más divertidas que hacer, como tomar cervezas con los amigos, planear un viaje con la novia, ir de compras, o qué sé yo.

Yo espero reducir mi tiempo en las redes sociales, SALVO que las redes sociales ofrezcan algo nuevo que cautive mi atención. Estoy agradecido a Facebook porque me sirvió para ganar un lote de libros (valorado en 300 euros), pero poco más.

Nada más señores. Gracias a quienes me habéis contestado y veremos lo equivocado que está esta entrada del blog en uno o dos años... sabremos si seguís resistiendo o si caísteis en la tentación :D

SALUDOS.

PS = Quizás he cometido el fatal error en este ridículo análisis de no hablar sobre la DISTINCIÓN SOCIAL, una variable muy a tener en cuenta. Ya me lo dijo Alvarito: "Facebook es como una discoteca brutal de Ibiza a la que yo no iría por la gente que va". Quizás un argumento de peso es la mera DISTINCIÓN, el no ser como otros... lo cual no dejar de ser interesante. ¿Queremos vivir fragmentados, menos unidos virtual o físicamente de lo que pensábamos? Quizás de ahí el éxito de redes menores, como Linkedin, que es profesional (más útil, también, al menos para temas laborales).

domingo, 26 de septiembre de 2010

EN BUSCA DEL REALISMO POLÍTICO

REBELARSE VENDE siempre me pareció un gran libro. Hace poco, en plena crisis de ideas, volví a él para recordar algunas cosas. Y también me leí las obras que han escrito, algunos años después, sus dos autores. Ahora he entrevistado a uno de los dos y he colgado el resultado en mi otra web. También pongo la entrevistita en este blog, a continuación.

Ni qué decir tiene que no comparto el triunfalismo de este señor, pero mucho menos comparto lo que nuestro buen amigo Sergio ha llamado EL IZQUIERDISMO BASURA.

Dudo que, por mucha crisis económica que tengamos, este texto suscite algún tipo de debate, pero bueno, ahí está. A mí me sirve para aclararme y saber lo cerca o lejos que puedo estar de otras personas, políticamente hablando. Saludos.



El coautor del best seller internacional Rebelarse vende: El negocio de la contracultura habla sobre el realismo político y la salud de nuestras democracias.

ANDRÉS LOMEÑA: Antes de nada, ¿tienen en mente publicar una nueva edición de Rebelarse vende en el futuro?

ANDREW POTTER: No cuento con ello, aunque estaría abierto a la posibilidad de actualizar el libro. Estoy gratamente sorprendido por la relevancia que mantiene seis años después de su publicación.

AL: Los gobiernos de izquierda y de derecha se parecen cada vez más. ¿Podemos mantener vivos los términos izquierda y derecha en el contexto actual?

AP: No hay duda de que ha habido un estrechamiento muy serio en el espacio ideológico disponible para los gobiernos y partidos políticos de las democracias liberales occidentales. Hasta cierto punto, esto es una consecuencia de lo que Francis Fukuyama llamó El fin de la historia. Ha habido un cierre de las posibilidades ideológicas y una convergencia en un pequeño número de posiciones.

Sin embargo, no estoy seguro de que eso sea un problema. Lo que esto significa, en cambio, es que lo que se entiende como izquierda o derecha está cambiando. Solíamos discutir sobre religión, ahora no lo hacemos. Cada vez más, el medio ambiente se está convirtiendo en el centro del debate público. No hemos entrado en una tecnocracia y por lo tanto hay muchos matices para el desacuerdo político.

AL: ¿Cómo mantener la salud de la democracia? La política parece cada vez más irrelevante y la abstención crece. En pocas palabras: estamos viviendo una crisis de legitimación.

AP: El descenso de los votantes en las democracias occidentales está muy extendido, pero no estoy convencido de que algo así conduzca hacia una crisis de legitimación. El problema se ha estudiado hasta la saciedad, y no hay aún una visión coherente sobre qué está ocurriendo. La teoría que más me gusta es la que relaciona esto con el fin de la historia, como ya dije antes: las elecciones son poco redistributivas y eso está haciendo que las motivaciones para votar desciendan. No está claro para mí por qué eso es un problema.

La política siempre ha sido teatral. Lo que ha ocurrido es que la capacidad de las “fantochadas” (el término exacto es “bullshit”, usado por el filósofo Harry Frankfurt) ha crecido, gracias a los blogs, twitter, youtube y otras formas de medios sociales.

AL: Zizek no estaría de acuerdo con vuestra autocomplacencia. ¿Es el filósofo esloveno el último intento de reventar el sistema?

AP: Žižek es el bufón de la corte de la filosofía continental. Prefiere hablar a través de bromas y frases grandilocuentes antes que usar argumentos reales. No le tomo en serio.

AL: ¿Rechaza todo tipo de revolución?

AP: Pienso que la revolución científica fue una gran idea. Y hay algunos países que podrían hacer aún alguna revolución (Cuba o Corea del Norte son ejemplos obvios). Pero no veo ninguna necesidad de revolución en Norteamérica o Europa.

AL: Acaba de publicar en inglés su último libro, El fraude de la autenticidad. Viene a explicar por qué estamos tan atados a la sociedad de consumo, ¿no es así?

AP: Como ya dije en otra entrevista, la búsqueda de lo auténtico es una reacción a cuatro aspectos del mundo moderno: la secularización, el liberalismo, la tecnología y la economía de mercado. Probablemente la hostilidad al mercado es lo más significativo en la actualidad. ¿Por qué? Eso da para otro libro entero, aunque viene a ser algo así: en primer lugar, los mercados son inherentemente alienantes, hasta el punto de que reemplazan formas de interacción social por formas muy impersonales de intercambio. El segundo punto es que la economía de mercado sólo apunta al beneficio. Esto molesta a la gente por distintos motivos, el más importante es que parece crear codicia en las relaciones humanas. Además, la búsqueda de beneficio se ve como fundamentalmente amoral porque el mero hecho de dedicarse a los negocios o trabajar en el sector privado parece poco ético. También están los problemas medioambientales que el mercado viene a acentuar.

La cuestión es que tenemos una aversión cultural muy profunda a comprar cosas. Pensamos que vivimos en una sociedad de consumo, pero no es así. Vivimos en una sociedad anticonsumista, razón por la cual sentimos la necesidad de pasar nuestro consumo por un filtro moral. Esto es lo que provoca, creo yo, la búsqueda de autenticidad en ciertas formas de consumo verde o socialmente responsable.

AL: Insistiré con mis torpes preguntas. Entonces, ¿estamos alienados?

AP: ¿Alienados de qué? ¿De quién? ¿De la naturaleza, de nuestras familias, de nuestros trabajos, de nosotros mismos? Además, ¿qué importa? Estar alienado sólo supone estar separado de algo o de alguien. Mucha gente se siente alienada de su trabajo. ¿Pero y qué? Ése es el motivo por el que les pagan. Una cuestión más amplia es si nuestra cultura está alejándonos de una forma de existencia más auténtica. Yo rechazo esa visión. No creo que haya un auténtico yo o una sociedad auténtica a la que volver.

La sociedad occidental no es perfecta y hemos hecho algunos movimientos hacia un mundo moderno. Creo que la mayoría de esos movimientos han merecido la pena.

AL: Entonces su posición se parece a la del libro En defensa del capitalismo global, de Johan Norberg.

AP: Ese libro está bien, aunque no había nada realmente nuevo en él. Es sólo una repetición de los argumentos típicos a favor de la globalización.

AL: ¿Preparan algún libro nuevo?

AP: Nada en este momento.

AL: A modo de broma: ¿Irá al cine a ver el documental La doctrina del shock, basado en el libro de Naomi Klein, autora a la que tanto han criticado?

AP: Lo dudo.

AL: Muchas gracias por todo.

AP: Si queremos mejorar el mundo, necesitamos prestar más atención a las instituciones y gastar menos tiempo en preocuparnos sobre la cultura.

miércoles, 8 de septiembre de 2010

INDIA 2010

¡ESTO NO ES INDIA!


Lo que ves es una representación típica de la India... una vista del Taj Mahal. No es la foto habitual, de frente, sino la trasera, la que queda entre bambalinas y un poco a la sombra de los focos, la parte que más me interesa destacar de un país que se distorsiona y se vende como una ofrenda mística para el viajero espirituoso.

Todo lo que leas en las guías sobre la India es una VERSIÓN TORTICERA de su cultura. Una guía (LONELY PLANET, por ejemplo) es como una marca: no vende un producto únicamente, vende una experiencia. Las guías, y muchos de los mochileros, no hablan de la India como un país, sino como un refugio espiritual donde la conversión y la iluminación tienen lugar. Y UNA MIERDA.

India es un país nauseabundo, demacrado y reventado por quién sabe qué motivos. India es un país que te exige sobreponerte al racismo más vulgar y al etnocentrismo facilón. India es un reto para nuestras mentes occidentales. El primer día, e incluso el segundo, muchos viajeros se quieren volver a sus casas porque no pueden imaginar que India sea algo tan patético como lo que sus ojos contemplan.

India se parece mucho más a esto:



No obstante, esto tampoco se acerca a la realidad que muchos hemos vivido. Las ciudades son indescriptibles por su absoluto caos en el tráfico, por su nulo plan de saneamiento de las aguas y los residuos. India es un estercolero. Si este basurero ha sido culpa de los propios hindúes o de los europeos ya es otra cuestión, pero hoy por hoy este país es una ratonera donde la palabra "insalubridad" destaca sobre muchas otras.

Insisto, cuesta mucho no volverse etnocentrista. Los hippies hablan de hallarse a uno mismo, pero nosotros sólo hemos conocido a un par de absurdas pantomimas que creían en los masajes ayurvédicos al igual que en las cuartas y quintas dimensiones espaciales, así como en los espíritus o la homeopatía (por cierto, la chica que creía en la homeopatía confundía esta pseudociencia con la fitoterapia, pero quién soy yo para rebatirle en temas que no me interesan en absoluto). También hemos conocido a un tío con la pata rota que decía haber escapado de un leopardo y haber comido nieve en la montaña para sobrevivir a la inanición. En fin, BULLSHIT. Todo el THANK YOU INDIA de Alanis es una recreación maravillosa a la altura de un Gabriel García Márquez.

Y eso que iba con mi mejor disposición, de veras, pero odio las mitificaciones radicales de las cosas. Afortunadamente hay gente que reconocía el disparate inenarrable que es la India. Nuestra "experiencia diferente" ha incluido tener 2 accidentes de tráfico, dormir en un tren en el que entraban insectos de todo tipo de alguna ciénaga, aguantar la compañía de gente pobre y probablemente "ida" durante la noche en la estación de tren, y un pesado etcétera que no haría sino socavar más la imagen de SARIS y COLORES que te venden de este país.

En resumen, mi viaje con JAIME ha sido una experiencia, sí, pero una experiencia que pone a prueba tu postura frente al capitalismo y a la globalización. Uno termina volviéndose paternalista (cuando no liberal), y finalmente considera que hubiera sido mejor no ir a la India para evitar ese sentimiento habitualmente equivocado. A pesar del SHOCK, el viaje ha sido divertido y estimulante si tenemos en cuenta a ciertas personas a las que hemos conocido.

No sé si India necesita DESARROLLO o si le falta otra cosa. ZIZEK, como siempre provocador, ha dicho que Gandhi fue más violento que Hitler en el sentido de que permitió que los ingleses estuvieran mucho más tiempo del que hubieran estado con una revolución. Yo no creo en las revoluciones, pero tampoco estoy convencido de que su situación actual sea adecuada para "avanzar", si es que ese verbo es aplicable y tiene sentido aquí. En cualquier caso, tengo algo clarísimo: LA ROMANTIZACIÓN DE LA INDIA CONTEMPORÁNEA es una HIPOCRESÍA, si no una broma de mal gusto.

Mi COLAPSO CULTURAL ha sido tal que no tengo ni siquiera una manera ordenada de contar los hechos (la cronología de nuestro viaje ha sido: DELHI, VARANASI, AGRA, PUSHKAR Y JODHPUR, pero creo que eso importa poco). Tampoco tengo una conclusión. Sólo tengo una incógnita enorme sobre esa diferencia abismal a la que nos hemos enfrentado, afortunadamente con bastante buen humor e intentando dramatizar lo menos posible.

Mis objetivos inmediatos son leer la novela TIGRE BLANCO y algo del Premio Nobel AMARTYA SEN para entender algo más (o para entender sencillamente algo) sobre India.