lunes, 17 de abril de 2006

Una aproximación a House y otras series del momento

- ¿No decías que todos nos mienten?
- Era mentira (GREG HOUSE, en el capítulo 22 de la primera temporada).

Un médico que amedrenta, irrita, miente y desobedece... una persona lastimada que se protege con una membrana gruesa, que incluye el desprecio, la frialdad y el sarcasmo. House es el protagonista indiscutible, y en torno de él giran el resto. Los otros le bailan más o menos el agua. Tienen ética y a veces se enfrentan a su jefe. En otras ocasiones coinciden con House y defienden sus decisiones.

He visto la primera temporada completa de House y he visto varios aspectos interesantes en la serie. Uno de ellos es la gran visión que han tenido sobre la reciente pérdida de las jerarquías. Me explico: la sobredosis de información provoca que los afectados estén documentados sobre los síntomas y enfermedades (Consultan Google), y a menudo cuestionan los criterios médicos. Esto ocurre en la actualidad, en la vida real. Palabrita que mi mami es enfermera y me lo contó ayer noche.

House tiene un lema: todos los pacientes mienten. Esta serie es muy posmoderna (De acuerdo, se habla de que Twin Peaks era una serie posmoderna por su hábil mezcla de géneros, pero ya es hora de avanzar algo). ¿Por qué? A eso voy:

Las enfermedades que se analizan son Lupus y otras afecciones "autoinmunes". Enfermedades que se producen por defender erróneamente su organismo. La posmodernidad se caracteriza, entre otras cosas, por su alto grado de autoconciencia, por la sospecha que se tiene de sí misma.

La individualidad no existe, puesto que el paciente miente. Siempre se apoyan en pistas, declaraciones, secretos, y un largo etcétera. Criterios racionales, de acuerdo, pero nunca apoyados en la verdad que cuenta el individuo. La sociedad es más importante, es la que salva o condena a esta persona. De hecho, los pacientes suelen tener problemas difíciles de detectar; se actúa muchas veces por aproximaciones, no por certezas. Cuanto más se sabe, menos se entiende. La navaja de Ockham no funciona en medicina (Un capítulo se llama así... ¡Qué casualidad!). Todo es un enigma, y a veces su resolución se paga con vidas humanas.

Por eso Greg House es un cínico. Por este motivo es frío, insensible y cabrón. Porque se protege. Se aleja del paciente (Siquiera se pone bata, no trata con sus enfermos, etc) porque no quiere sufrir. A posteriori, él es quien más sufre: "No hay dignidad en la muerte [...] La gente no muere con dignidad, la gente lucha por la vida". Se mete en problemones judiciales por salvar la vida de las personas.

No tiene vida personal, y es irónico hasta en eso. Stacy, su antigua pareja, acude a verle y esto es lo que hablan:
- ¿Cómo te ha ido? (Stacy)
- Bien, ¿No has visto Sexo en Nueva York? (No hace falta decir que esta serie va de varias tías liberadas que follan y consumen alegremente ¿No? Por cierto, en la última temporada terminan todas emparejadas; un final conservador y ridículo).

Cada capítulo comienza con un caso crítico. En este sentido se parece a A dos metros bajo tierra (Donde muere alguien al principio, la persona que será "maquilladita" antes de su incineración). Una diferencia con el guión de Perdidos (Lost) se da en el tratamiento de los flashback. Mientras en Perdidos no aportan gran cosa (Al menos a partir de la primera temporada), en House se añaden claves nuevas en cada capítulo que dan dimensión psicológica al personaje, sin necesidad de recurrir al flashback. Eso sí, veremos a ver qué pasa con la segunda temporada.

House no acierta tanto en sus averiguaciones por la observación como por la pura meditación. Sin embargo, es un racionalista: no cree en que haya reacciones ilógicas, simplemente no encuentra las causas. Los pacientes se curan cuando emerge la verdad, pero la verdad sobre la enfermedad sólo aflora cuando los pacientes desvelan sus secretos (Consumo de drogas, parentescos familiares falsos, etc).

Hay algunas conversaciones y declaraciones impagables:
- "Copular puede matarte. Es violento, es horrible... si dios no lo hubiera hecho tan divertido, la humanidad se hubiera extinguido hace mucho" (Lo dice Cameron).
O un dialogito entre House y su jefa:
- Esa suficiencia te hace tan atractivo.
-Gracias, el día que me eche mechas seré irresistible para las mujeres.

Recapitulando esta digresión (O yéndome aún más por la tangente): en la modernidad surgieron los cuentos policíacos. Jamás se había experimentado la experiencia del anonimato (Ser un desconocido entre la gran masa). Con la postmodernidad, el foco se acerca aún más: el individuo es un universo de pronósticos, posibilidades, falsas ilusiones y rectificaciones. En la modernidad la identidad precedía a la mirada social. En la postmodernidad (Además de Lacan y su fase del espejo, etc), la mirada social es lo que configura al individuo. El que esté interesado en esta pajita mental sobre identidad social y forma que lea Ferdydurke de Gombrowicz.

ACTUALIZACIÓN: Ya he visto los dos primeros episodios de la segunda temporada, y hay una novedad importante. En el primero se aumenta la dosis de cinismo y poco más, pero en el segundo hay un punto de inflexión: House cambia su perfil. El médico que se protege en su caparazón asoma una tendencia autodestructiva que no habíamos visto antes. Creo que se nos anticipa un final ciertamente pesimista (Lo que me ha recordado a Spider Jerusalem, el magnífico periodista del cómic Transmetropolitan).

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